martes, 30 de enero de 2018
domingo, 21 de enero de 2018
GUERRERO EN LA EDAD MEDIA.
He bregado
en campos de mutilados
con yelmo ensangrentado,
almas clamando piedad
en medio de la nubosidad
sin saber que a hurtadillas
se disipó su vida.
Estigmatizados en una tierra
que es una mísera vereda
en parangón
con la verdadera esfera
imploran clemencia;
pues piensan
¡Que podrán fosilizarse en la luna llena!
Argucia perecedera…
El sediento acude a saciar su ansia
en las aguas cristalinas
sin ver la toxina que habita.
No bebí de aquellas aguas malditas,
sentí el arrullo del espíritu que me aguarda,
una voz cándida y femenina me susurró al oído:
<<Eres el caucho
que en agua aflora
y en vano puede aferrarse al lodo que añora
¡aún te espera la Gloria!>>
Recuerdo que ese tono de voz era de mi abuela Carmen.
¡Ay! Jamás te olvido
¡Ser divino
donde acude el peregrino
tras el aguacero impío!
Así que continuaré
en este páramo que me agota
y mi alma trastoca.
------------------------
Estoy en un sueño,
la siento, la veo,
inhalo el aire del cielo.
Alcanzo su mano
y sólo me embriaga el deseo
de hablar con el ángel más bello.
Y entonces resuena mi propio eco:
<<—El guerrero está en el intelecto,
insigne bosquejo te lleva a su encuentro.
¡Fuiste el primogénito
en llevar el yelmo!
Creo en la fuerza del alma
y esa firmeza
la recibí por ti
en mi infancia.
Pero camino sobre un lago helado,
las grietas acongojan mis pasos.
Tretas
que aguardan tras
falacias teñidas de aforismos
que vapulean mi espíritu.
Mi mirada se extiende la tierra que amaste
y con lágrimas dejaste.
Allí gravito en la noche;
es el espacio más noble pero inmisericorde….
Te espero en el cielo: En el Cielo de los Perros>>.
Poema dedicado a mi abuela Carmen: mi guerrero predilecto.
Marisa Béjar, 20/01/2018.
He bregado
en campos de mutilados
con yelmo ensangrentado,
almas clamando piedad
en medio de la nubosidad
sin saber que a hurtadillas
se disipó su vida.
Estigmatizados en una tierra
que es una mísera vereda
en parangón
con la verdadera esfera
imploran clemencia;
pues piensan
¡Que podrán fosilizarse en la luna llena!
Argucia perecedera…
El sediento acude a saciar su ansia
en las aguas cristalinas
sin ver la toxina que habita.
No bebí de aquellas aguas malditas,
sentí el arrullo del espíritu que me aguarda,
una voz cándida y femenina me susurró al oído:
<<Eres el caucho
que en agua aflora
y en vano puede aferrarse al lodo que añora
¡aún te espera la Gloria!>>
Recuerdo que ese tono de voz era de mi abuela Carmen.
¡Ay! Jamás te olvido
¡Ser divino
donde acude el peregrino
tras el aguacero impío!
Así que continuaré
en este páramo que me agota
y mi alma trastoca.
------------------------
Estoy en un sueño,
la siento, la veo,
inhalo el aire del cielo.
Alcanzo su mano
y sólo me embriaga el deseo
de hablar con el ángel más bello.
Y entonces resuena mi propio eco:
<<—El guerrero está en el intelecto,
insigne bosquejo te lleva a su encuentro.
¡Fuiste el primogénito
en llevar el yelmo!
Creo en la fuerza del alma
y esa firmeza
la recibí por ti
en mi infancia.
Pero camino sobre un lago helado,
las grietas acongojan mis pasos.
Tretas
que aguardan tras
falacias teñidas de aforismos
que vapulean mi espíritu.
Mi mirada se extiende la tierra que amaste
y con lágrimas dejaste.
Allí gravito en la noche;
es el espacio más noble pero inmisericorde….
Te espero en el cielo: En el Cielo de los Perros>>.
Poema dedicado a mi abuela Carmen: mi guerrero predilecto.
Marisa Béjar, 20/01/2018.
jueves, 4 de enero de 2018
Mirada de sauce.
Mirada de sauce;
aquella que no es
azulada
ni verdeante.
Hay un eterno misterio
que insiste en su gris errante,
es la mirada de sauce:
con sus ramas acuna la tierra,
y por su alma
nadie vela.
Pero el gris
es la extorsión
de aquel amor
que sigue buscando su exilio.
Es la mirada de sauce:
alerta y serena,
cuando desea ser eterna en
aura que jamás llega,
y de ahí su ambiguo color:
Persiste la extensa bifurcación
ante el genocidio
que impregna su halo maldito.
Y en ese impasse
debe hallar su paz.
Marisa Béjar, 04/01/2017.
miércoles, 3 de enero de 2018
<<_Incluso al morir nos siguen avasallando con lo que debemos hacer. ¿Quieres bailar bajo la cascada?
¡Pues baila! El amor, cuando es verdadero es lo único que permanece. Todo lo demás no importa...>>.
Conversaciones de Marina en El Cielo de los Perros.
Marisa Béjar.
Preciosa foto cedida por mi gran amiga Nuri Miras.
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