Alimañas de almas.
Perseguida por seres diabólicos espumeando rayos en un receptáculo en compasión blindado.
Son hombres y mujeres a rostro descubierto. Sedientos por mi sufrimiento. Siempre me atrapan. La oscuridad se alía en su guadaña.
¿Qué quieren? No los comprendo.
Victoriosos en la sima del poder abismal; ostracismo en bondad.
Matarme no es suficiente… quieren atraerme a su fétida fuente.
Hendiduras con lava; mi ser ululando a la nada.
Heridas que se pulverizan… Extraño prodigio mi piel habita.
Refluyo de la “No Vida” sintiendo indecible agonía… Seré desoída por la cofradía.
Huyo por una escotilla, deambulo sobre una azotea arriesgando mi nueva vida. Pavimento resbaladizo y cielo plomizo; aliados pétreos al desatino.
Ellos avanzan con templanza, son alimañas de almas…
Salto los tejados, mis pies retumban en la luna.
Ya no los veo. Me oculto en un gran macetero…
Allí contemplo la luna: nueva y oscura, ella también se oculta.
¿Se esconde de las alimañas de almas?
Puede que los astros también clamen calma y sean estancos al mal karma. Y que ni el más principesco lugar se halle ajeno al mal.
Pero también puede que existan parajes
ignotos que la fatalidad no logre rasguear. Mi macetero es esa realidad.
¿Me esperas detrás?
Marisa Béjar, 14/08/2017.
Hermosa composición. Describes indeseables sensaciones en tormento poético. Me atraen estos versos, aun así
ResponderEliminarMuchas gracias por comentar y dedicarme estas bellas palabras. Me alegra saber que mis letras transmiten. Saludos.
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