El cónclave del horror.
Es el cónclave del horror; los congregados parlotean un idioma algebraico.
Seres que son tragafuegos de su propio dolor para posterior deflagración del interlocutor.
Hay buhoneros que engatusan a los peregrinos con amplificada ingeniosidad, creando pareidolias afines con su voluntad.
La cordura está obturada, la necedad instaurada.
Apoltronados en el sillón los eruditos deben hallar el epigrama.
La tierra se quiebra y se abre en traviesas de madera. Algunos logran saltar y contemplan el vacío con rostro contrito. Otros caen en manos de entes hediondos y zaparrastrosos de voz estropajosa.
Los sabios dirimen desde una hornacina tallada en alabastro. Los alaridos estallan en el aire quebrando la roca, las esquirlas anuncian el fin de su asidero. El tiempo se distorsiona y las guirnaldas devienen granadas.
Marisa Béjar.
24/10/2017
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ResponderEliminarMuchísimas gracias por leer y comentar. Es un honor que te guste mi reflexión. Besos.
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