Tu credo.
Siempre he creído que las tiendas tipo Leroy Merlin son espacios de ilusión; son centros de iridiscente esperanza. Uno idealiza cómo amueblar su terraza, decorar la casa y un sinfín de historias más con resultado halagüeño.
A veces mientras me deslizo por los pasillos veo los deseos de los compradores reflejados en el aire: se proyectan dentro de globos de colores escenificando el fin codiciado. Es maravilloso ver cómo los globos gravitan sobre cada uno de los dueños de sueños correspondientes. Advierto que a medida que crece el entusiasmo de la persona incrementa el tamaño del globo y refulge más la tonalidad.
¿Y qué pasa cuando llegas a casa?
Sueños burbujeantes incólumes al perjuicio
sesteando en la arcádica memoria.
Pero después vienen las destemplanzas
y el brocado ya no es dorado sino villano.
Hubieras deseado que en lugar de plástico
lo recubriera una cota de malla
para que siempre fueran tu credo.
Marisa Béjar, 3/8/2018
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ResponderEliminarMuchas gracias por tus bellas palabras, me alegra leer tu comentario. Besos.
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