Despiértame.
I
Despiértame y déjame
donde sólo el amor reine,
adonde van a parar los sentidos:
dulces y eternos momentos vividos.
Y aléjame de este atolladero,
que perturba mi paz y atormenta mi ego.
II
Mi alma asustada se halla encadenada en un lugar sombrío y maldito.
Algunas hadas acuden con hechizos, huyendo aterradas ante mi imagen varada...
III
Despiértame amor mío. Despójame del inmortal frío
y bríndame el calor que tanto ansío.
Llévame al
país de los bellos sueños,
¡moriré al no hallar tus destellos!
Despiértame y déjame donde sólo el amor reine.
Marisa Béjar.
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ResponderEliminarMuchas gracias por tu bello comentario. Sí, es lo más maravilloso del mundo.
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