Mansión Palaciega
Mansión palaciega,
ansío el fulgor de aura serena.
Si una
desbandada letanía
de agravios acontecía,
de agravios acontecía,
a ti acudía.
Y no pasaba nada…
Y no pasaba nada…
El
asedio naufragaba en tu mirada.
Con tus manos de seda deshojabas mi pena,
disipabas la iracunda infamia que graznaba.
Esa mansión palaciega ingrávida
albergaba
la paz jamás soñada.
¡Ahora bahía escarpada!
Temblaba la azucena al
vislumbrar tu estela
en un falso señuelo de esperanza,
y en espinas coronaba su
nostalgia.
Esa mansión palaciega adormece desbravada
por tu ausencia prolongada.
por tu ausencia prolongada.
Dedicado a mi
abuela Carmen García Royo, que dio muchas horas de amor y bienestar a mi vida.
Marisa Béjar 10/03/2010.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.