Mendigando tu estela.
Y el amor cayó
en una oquedad profunda…
Como yunque arrojado al mar:
nunca volverá.
Mendigando tu estela
mi alma atrincherada tiempla.
Desbrozando el dolor
acumulo más desazón.
Camastro de rostros descarnados
y espíritus arqueados.
¡Rocambolesco engaño!
Visionando fértiles campos
en baldío légamo:
tierra insana
que deambulo descalza
en irremediable áncora.
Cordaje al errante
y recalcitrante peregrinaje
de hallar mi contertulio, amado y semblante.
A hurtadillas escaparé
y mi ser
reflotaré.
Marisa Béjar, 06/05/2017.
Pintura de Johann Heninrich füsili.
Pintura de Johann Heninrich füsili.
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ResponderEliminarMuchísimas gracias por leerme y por tu bello comentario, es un honor para mí.
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