viernes, 9 de noviembre de 2018

El retrato.





Mi alma habita en el zaguán de la imagen dorada;

baluarte de nenúfares purpúreos

¡sobrevivieron al Gran Diluvio!

Los  códices de antaño

mentaron su retrato:

<<Ser con destellos diamantinos>>.

¡Llegaron asaltacaminos!


Rostro que oblitera hordas de infierno y rabia.

Belleza policromada

que aguarda mi estancia

en galanteos y siseos:

envites a los Campos Elíseos.


Oigo un chasquido agorero,

¡achico los ojos y  no lo veo!

El aire está larvado de dolor.

Espesa calima virando

en roca caliza;

¡Arpía!

Hueles a curtiduría.



Plúmbea nostalgia

arrobada en su aura.



Marisa Béjar, 9/11/2018 

4 comentarios:

  1. sensaciones encontradas en esta poesía de mil caras. En estos versos maravillosos se huele ese sentimiento que nunca se ve.
    Besos Marisa

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    1. Mil caras... Me encanta! La poesía es multidireccional. Muchísimas gracias por tu bello y enriquecedor comentario. Besos T.

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  2. Buenas tardes Marisa. ¿ Cómo estás?... Hacía mucho que no entraba por los "lares" de Google +.
    Superior, como siempre, alcanzas unas cotas del lengunaje muy altas a la par que creas un mundo único. Maravillosa.
    Un abrazo grande,
    Israel.

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    Respuestas
    1. Hola Israel! Muchas gracias por tus maravillosas palabras, me anima leer tu comentario. Me reconforta saber que ves ese mundo...
      Bienvenido siempre a mi espacio. Un fuerte abrazo.

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