viernes, 31 de agosto de 2018


La búsqueda del líquido amniótico.





Cuando era pequeña y estaba enferma, mi madre me decía que fuera a dormir a su cama y mi padre dormía en la mía.

Entonces volvía a sentir que vivía en la placenta y nada podía afectarme. Era como si estuviera rodeada de líquido amniótico y él fuera mi protector contra el mundo.

Esa extraordinaria sensación de protección existe en nuestra consciencia antes de nacer, y durante toda la vida intentamos recrear ese espacio de bienestar que abandonamos al respirar por nuestros propios pulmones.

Y aunque cuiden de nosotros con abnegada devoción; al nacer ya estamos sólos… Tenemos que enfrentarnos a respirar por nosotros mismos. Enfrentarnos al aire: esa es nuestra primera lucha…

Buscamos seguridad, desesperándonos si la perdemos o jamás conseguimos atesorarla.

Y puede que existan reminiscencias de que esa seguridad te la dio otra persona. Y basamos nuestros actos en muchas ocasiones refrendados por el criterio de otros, porque nos vemos indefensos ante nosotros mismo.




Marisa Béjar, 14/12/2017.

jueves, 30 de agosto de 2018

Esfinge en el Ártico.




Es el torrente 
insurgente
que arranca
mis escamas
y me entierra en el lodo:
aquel tortuoso y angosto sólido
que impregna mi alma en óxido.

Hay monstruos con lenguas venenosas,
quieren  esconderme en sus entrañas;
el torrente se llevó mis escamas.
¡No tengo fortificación,
ni velo bienhechor!

La esfinge 
Infringe la leyenda:
sonríe en el Ártico
causando espanto.
El torrente no pudo 
Causar muerte 
A su “Yo” consciente.
Los lugareños
despertaron pasmados.;
¡jamás creyeron que el ocre fuera plateado!

¿Cómo pudo resplandecer
un negro amanecer?

Debo hablar con ella, 
muero en dulce duermevela: 
aquella que no desespera, 
ni despierta mi mente 
para atacar el torrente.

Mis escamas vagan
en vereda errática.
Pero aún sin ellas 
siento el poder de la absolución: el perdón,
en aquella esfinge 
que quebranta su estela.
Por eso sé que puedo: 
salir de esta mugrienta duermevela.




Marisa Béjar, 01/01/2018.

domingo, 26 de agosto de 2018

Presentando a Álvaro.

Fragmento de EL Cielo de los Perros




<<Se quedaba embelesada al verlo cantar y tocar la guitarra. Empezó con la guitarra a los diez años y jamás la abandonó. Su maestría fue transmutando en perfección absoluta.

Era muy hábil, rápido y preciso. Sus dedos volaban sobre los trastes: subía y bajaba de escala sin que apenas se advirtiera el paso por el mástil. Pasaba de tonos cañeros a melódicos con técnica muy depurada y excepcional. La guitarra era una prolongación de su ser: un ser pasional. Las cuerdas eran como la pluma del escritorio de Marina, en ambos casos eran canales para expresar sentimientos.

Se movía y saltaba más que ninguno, hincaba las rodillas en el suelo mientras alzaba la guitarra al cielo rasgando los últimos trastes del mástil, haciendo gemir las cuerdas con su característico sonido agudo. Se apartaba el pelo de la cara con un golpe brusco de cabeza, destapando los tres pendientes en la oreja izquierda y mostrando el nacimiento de sus patillas.

Siempre se colgaba la guitarra con la correa muy holgada, en ocasiones haciéndola girar en su torso. Tocaba a la vez que en una fracción de segundo posaba la mano en el clavijero afinando alguna cuerda.

Su voz roquera coreaba al vocalista, relegando a los otros miembros a segundo plano. Álvaro era el pilar vocal del cantante. Por sus cualidades podría perfectamente ser cantante y guitarrista solista.

Marina escuchaba la música de Uppercut, pero, sobre todo, la que Álvaro creaba para él.

Mientras guitarreaba miraba fijamente a Marina, con la eterna expresión pícara que le brindaban sus ojos rasgados...>>. 



         
         

martes, 21 de agosto de 2018



Tu credo.








Siempre he creído que las tiendas tipo Leroy Merlin son espacios de ilusión; son centros de iridiscente esperanza. Uno idealiza cómo amueblar su terraza, decorar  la casa y un sinfín de historias más con resultado halagüeño.

A veces mientras me deslizo por los pasillos veo los deseos de los compradores reflejados en el aire: se proyectan dentro de globos de colores escenificando el fin codiciado. Es maravilloso ver cómo los globos gravitan sobre cada uno de los dueños de sueños correspondientes. Advierto que a medida que crece el entusiasmo de la persona incrementa el tamaño del globo y refulge más la tonalidad.

¿Y qué pasa cuando llegas a casa?


Sueños burbujeantes incólumes al perjuicio

sesteando en la arcádica memoria.

Pero después vienen las destemplanzas

y el brocado ya no es dorado sino villano.

Hubieras deseado que en lugar de plástico

lo recubriera una cota de malla

para que siempre fueran tu credo.




Marisa Béjar, 3/8/2018


Puntos cardinales.






Soy espíritu que viaja entre turbulencias,

el dolor está impregnado a mi estado.

Cuando la chimenea centella

veo puntos cardinales invertidos,

¿será el abismos?


Marisa Béjar. 19/08/2018.


miércoles, 1 de agosto de 2018

Inconsciencia invertebrada.




Me convertí en labriego de  campo infecto,

donde sólo las sombras me saludan con sorna.

Rebufa el viento el ambarino deseo:

¡cameo que me vendió el buhonero!

Creí que viviría siempre imantada a ti…

Pero me has desahuciado,

y ahora mi alma vaga acompañada por voces guturales:

son acólitos de Plutón,

¡de chamizo hicieron mi almohada!


Mi inconsciencia invertebrada

y el amor por tu mirada

me embozaron en un manto hediondo.

Arrebujada a ese harapo sigo cavando:

el anclaje de mi cadalso.




Marisa Béjar. 31/07/2018.