jueves, 27 de julio de 2017


La Peste





Sobre el suelo adoquinado
transitan cuerpos malsanos.
La ciudad está amurallada
pero la  ignominia  transciende al extrarradio.
La Peste es un corsario
que aniquila la vida en el verde prado.

Médicos con máscaras  de pico
y capas envolventes,
vara  al frente.
Siempre: actitud reticente con el paciente.
No saben nada,
¡las aves no contagian!
Negros atuendos con vara
conminan distancia.

Con tanta templanza 
ya nadie me espera en la plaza.

El agua ya no es vida,
es muerte:
eso es la Peste.

Pecho oprimiente:
aire exiliado a otro continente.

La Peste es lo que siento
cuando no te encuentro.



Marisa Béjar, 27/07/2017.

Alma rimada.

2 comentarios:

  1. Doliente calvario introducir al lector
    del rimario la injuria del sentir solitario
    sobre del amor amado que justifica la peste
    de lo malogrado.

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    Respuestas
    1. Agradezco el tiempo empleado en leerme y en elaborar un bello y poético comentario, es un honor para mí.
      Sí, es esa ausencia que te deja sin aire... Muchísimas gracias Miguel! Saludos.

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