jueves, 13 de abril de 2017




Entelequia infinita.




Rastreé parajes escarpados,

nebulosos y afines al tártaro.



Ululé hallar tu abrazo

en estereoscópico llanto.



Trasegué mis deseos

en falaces sucedáneos.




Intenté hallar paz

en un rastrojal.

Y perdí mis abalorios

en una acequia nauseabunda.



Y sólo sé que:

Es tu mirada

la dádiva que anhelo.

Es tu sonrisa

la endorfina de mi vida.

Entelequia infinita

en pasión adscrita.




Marisa Béjar, 13/04/2017.

4 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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    1. Gracias!
      Por suerte volví a encontrar el amor. Pero no fue de un día para otro...
      Claro, hay ambiguedad.

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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    1. Hola Don Dumas! Sí que están relacionadas. Digamos que ésta complementa a la otra. Aquí se hace alusión a él, y en Yermo en el tiempo todo es desastroso...Me has pillado!✌

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