domingo, 5 de noviembre de 2017

Almas rimadas. 
Tercera parte.






La palmatoria es mi aliada;
volutas de humo serpentean mi alcoba,
gráciles sombras reclinadas en mi cama
susurran tu morada.
Por ti salgo de madrugada
con capa bordada de escenas almibaradas.

Sin mi alma rimada
mi vida es un tugurio,
inmisericorde y de mal augurio.

Te espero en la estancia amurallada;
el claustro que arropa nuestras miradas,
donde el licencioso tacto en muselina
deviene en magma la piel entretejida.
Divina glotonería 
que abruma al espía.
Crisol de amor
que miscelánea oración
reverbera en el extrarradio;
fragor insomne y sublimidad en el goce.

Mi alma rimada;
contigo siento el alma mimetizada,
y no puedo desandar  el camino, 
ni arriar las velas del navío.




Marisa Béjar, 04/11//2017.



Almas rimadas

Entre los arcos del claustro
se observan pasmadas.
Lo saben: son almas rimadas,
de texturas forjadas en vidas pasadas.

Peregrinan en distancia,
cautelosas  acciones,
gratas sensaciones: conectadas.

Equidistantes miradas:
nostálgicas, soñadoras, embriagadas…
¡Férvida melodía en palabras imantadas!

El cielo reflecta un misterio.
Las flores exhalan fragrantes hologramas:
seducen el aire,
pomposo deleite
se instala en sus mentes.

En la galería clavan sus pisadas.
Él franquea el jardín,
sonríe: en el pozo la espera.
El agua cristalina gorgotea la misiva.
Ella recoge los bajos del vestido
verde infinito.
Salta el escalón, avanza  frugal y etérea.

Son almas rimadas,
en medio del cosmos halladas.

Marisa Béjar, 05/06/2017.



Almas rimadas.
       Segunda parte.
                  

Almas rimadas,
retozan abrazadas.
Suspiran,
respiran: éter de ambrosía.

Ella:
¿Por qué siento nostalgia?
¿Acaso hubo vida en distancia?

Él:
Mi bella, mi amada. No sé dónde andabas…
Mi alma era escarcha,
mi paz es tu aura.

Ella:
El pozo: insigne y glorioso,
deviene el frío en estío.
Mi vida ¿dónde está?
¿Aquí o allá?

Él:
Sólo tú lo sabrás.

Un halo espartano
atrapa el espanto.
En el claustro
las flores germinan
divinos mantos policromados,
lecho prodigioso,
sueños deleitosos…
No regresan,
se besan.
Náyade sella la estancia.

Marisa Béjar, 08/06/2017.






2 comentarios:

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    1. Es un escenario electrizante en el que adoro sumergirme. Un verdadero Edén de sensaciones. Me alegra leerte y saber que te llegaron mis versos, tu opinión es muy importante para mí. Millones de gracias por animarme día tras día en mi escritura. Besos Don Dumas.

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