sábado, 6 de mayo de 2017



Mendigando tu estela.









Y el amor cayó

en una oquedad profunda…

Como yunque arrojado al mar:

nunca volverá.



Mendigando tu estela

mi alma atrincherada tiempla.



Desbrozando el dolor

acumulo más desazón.



Camastro de rostros descarnados

y espíritus arqueados.

¡Rocambolesco engaño!

Visionando fértiles campos

en baldío légamo:

tierra insana

que deambulo descalza

en irremediable áncora.



Cordaje al errante

y recalcitrante peregrinaje

de hallar mi contertulio, amado y semblante.



A hurtadillas escaparé

y  mi ser reflotaré.



Marisa Béjar, 06/05/2017.


Pintura de Johann Heninrich füsili.




2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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    1. Muchísimas gracias por leerme y por tu bello comentario, es un honor para mí.

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